Escribe: Prof. Téc. Esp. Adriana Gayoso Libby’s
Muchas personas cuentan con pequeños espacios, al aire libre, en su casa, y quisieran tener un jardín o al menos, diseñarlo de tal manera que parezca uno; con espacio para sentarse y disfrutar de un poco de sol, y un buen libro. Pero empiezan por maximizar el problema, y volvemos al principio, no hay espacio. Pero la cosa no es tan grave si sabemos administrarlo.
Lo importante es analizar el lugar y darle intención, preguntarnos cuál es el uso que le daríamos y en función de ello, observar las necesidades. Los patios básicamente se diferencian de otros ambientes de la casa porque están completamente revestidos, ya sea en el exterior, como en el interior de la propiedad. En el primer caso, entran los pasillos comunitarios, esos espacios compartidos por vecinos que viven en el mismo padrón pero a su vez independientes. También debemos mencionar los “fondos comunitarios” con que cuentan un sinfín de edificios y que funcionan casi como un tragaluz.
Si se van a utilizar asientos, o mesas, es lo primero que se dibuja en el plano. Lo siguiente, son las flechas o vectores por donde se va a circular. Ya en los espacios disponibles pueden ir macetas, jardineras, móviles o fijas… cuadros o espejos que darán sensación de amplitud y mayor espacio. Si gustamos de las plantas colgantes, habremos de disponer los elementos para colgarlas, ya sea contra la pared o pendiendo de alguna ménsula o la propia pérgola: cuerdas trenzadas, cadenas o ganchos.
Macetas y jardineras
Al igual que todo en el mundo del diseño de jardines, el estilo lo es todo… ningún espacio por pequeño que sea debe ser decorado sin tener en cuenta la funcionalidad y la practicidad, pero tampoco el respetar el estilo de la propiedad. Así, un patio ubicado en plena ciudad dentro de una casa moderna, debe tener un aspecto country o rural, sino que sus líneas serán sencillas, limpias y los materiales usados han de elegirse iguales a los de la casa (hormigón, cerámica, madera, resina y en algunos casos más modernos y minimalistas, el metal).
Si por el contrario, vamos a diseñar un patio en una casa antigua, con reminiscencias de época, o estilos arquitectónicos definidos (marroquí, español, inglés o francés) podremos elegir la enorme gama de macetones, tinajas, vasijas o elementos naturales como troncos o jardineras con dibujos u ornamentaciones del mismo estilo.
Las plantas
En todos los casos, los aspectos que debemos tener en cuenta, sea cual sea la finalidad o uso que le daremos, sea individual o comunitario, es la cantidad de luz que llega y el espacio libre disponible con que se cuenta, ya que al ser espacios reducidos, es preciso descontar el de la caminería o accesos.
Sin duda, que en casi todos estos ejemplos, habremos de recurrir a las plantas en macetas o jardineras, por lo cual, en el ejercicio de observación o medición del que hablamos, no consideramos el de ver qué tipo de suelo tenemos, algo que todo jardinero o diseñador debe anotar. Aquí, cada especie tendrá el sustrato adecuado a sus necesidades y esto depende absolutamente de nosotros.
Y en función de esto habremos de seleccionar plantas de bajo mantenimiento y crecimiento lento ya que la cercanía propia del espacio reducido hará que necesitemos estar atendiendo todo el tiempo cada hoja o flor que se marchite y nadie quiere esta dependencia.
La lista de opciones es infinita pues, habiendo aire y luz, todas las plantas pueden acomodarse en una jardinera o macetón… lo único a tener en cuenta es que si elegimos plantas que sabemos, serán grandes un día, es nunca elegir macetas cuya boca sea más chica que su contorno pues más adelante no las podremos sacar. Pero no debemos limitarnos ni quedarnos con las ganas de tener un lindo árbol de colorido follaje… o
un frutal… o una trepadora. Todas las plantas son chicas y el crecimiento se maneja. La mayoría puede estar muchos años en un envase, ya después veremos si va a la vereda o a donación. Es momento de disfrutarlas. Coníferas, rosales o perfumados jazmines trepadores, todo se puede.
Los cuidados
En un patio cerrado, las plantas se encuentran formando un hábitat, un microclima que es muy difícil de obtener en otras circunstancias, así que aprovechémoslo. Observemos para identificar las zonas más iluminadas para plantar allí las matas que se destacan por su floración o sus follajes variegados. En cambio llevaremos a las zonas más sombrías aquellas especies que solo se destacan por sus hojas combinando los distintos matices de verdes.
Como consejo final, diremos que, a la hora de regar, mojemos siempre el piso; eso generará “vapor de agua” algo que las plantas anhelan desde sus orígenes en las selvas tropicales. El sustrato de cada macetero o jardinera deberá contener mucha materia orgánica además de la rica tierra fértil que le pondremos al inicio. No olvidemos que en estos ambientes, las plantas dependen absolutamente de nosotros para alimentarse, hidratarse, y hasta moverse haciéndose espacio para desarrollar sus tallos y hojas.
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